La unción con aceite simboliza su necesidad de la ayuda y la fuerza de Dios mientras se preparan para el bautismo.
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¿Qué significa el agua el aceite y la luz en el bautismo?
LOS SIGNOS DEL BAUTISMO | Parroquia de Sant Martí d’Empúries A menudo nuestras palabras no expresan suficientemente las realidades de nuestro corazón. Los signos son más amplios y más expresivos para traducir nuestros sentimientos. Con más razón todavía nos serviran para “comprender” el misterio inmenso que es Dios.
- Acogida de la asamblea El Bautismo no es sólo un asunto personal.
- Afecta a toda la comunidad cristiana.
- Ésta lo manifiesta acogiendo al recién nacido acompañado por los padres y padrinos.
- Escuchar la Palabra ¿De qué palabra se tracta? De la Palabra de Dios.
- Cada uno escucha, acoge esta palabra y pide fuerza para hacerla viva en el corazón de la vida cotidiana.
La profesión de fe Delante de la comunidad cristiana el celebrante establece un diálogo con los padres y el padrino y la madrina, si se trata de un niño, o con el bautizado si es un adulto. Son las promesas del bautismo: – “Renunciáis, pues, al pecado para vivir en la libertat de los hijos de Dios?” – “Sí, renuncio”.
- A continuación se hace la profesión de fe: – “Creéis en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo?” – “Sí, creo”.
- El agua Uno de los signos principales del bautismo es la agua.
- La agua es fuente de vida, que fecunda, regenera, purifica.
- La agua del bautismo simboliza la vida de Dios.
- Ser bautizado significa ser sumergido en Cristo, y participar, ya desde ahora, de su vida.
El celebrante vierte tres veces agua sobre la cabeza de la persona que es presentada o pide el bautismo, Al mismo tiempo el celebrante dice: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, Este gesto y estas palabras son el núcleo central, el corazón del sacramento, el signo principal de la apertura al don de Dios.
El aceite del Crisma El párroco marca la cabeza del bautizado con el aceite del Es un aceite mezclado con bálsamo consagrado por el obispo el Jueves Santo, con el cual son bautizadas todas las personas del obispado. Este rito consagra al bautizado como hijo de Dios. En la antigüedad eran ungidos con aceite los reyes, profetas y sacerdotes.
Así el bautizado es rey (reinar quiere decir amar, servir), profeta (ser testimonio de Dios entre el pueblo cristiano) y sacerdote (presenta a Dios toda su vida). Además, el aceite simboliza la fuerza, la suavidad y la belleza del Espíritu que impregnará al nuevo cristiano.
¿Qué significa el óleo en el bautismo para niños?
SEGUNDA PARTE LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO SEGUNDA SECCIÓN: LOS SIETE SACRAMENTOS DE LA IGLESIA CAPÍTULO PRIMERO LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA ARTÍCULO 1 EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO 1213 El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu (” vitae spiritualis ianua “) y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos.
Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (cf Concilio de Florencia: DS 1314; CIC, can 204,1; 849; CCEO 675,1): Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo” (“El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra”: Catecismo Romano 2,2,5).I.
El nombre de este sacramento 1214 Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar ( baptizein en griego) significa “sumergir”, “introducir dentro del agua”; la “inmersión” en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él (cf Rm 6,3-4; Col 2,12) como “nueva criatura” ( 2 Co 5,17; Ga 6,15).1215 Este sacramento es llamado también “baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo” ( Tt 3,5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual “nadie puede entrar en el Reino de Dios” ( Jn 3,5).1216 “Este baño es llamado iluminación porque quienes reciben esta enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado” (San Justino, Apología 1,61).
Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, “la luz verdadera que ilumina a todo hombre” ( Jn 1,9), el bautizado, “tras haber sido iluminado” ( Hb 10,32), se convierte en “hijo de la luz” ( 1 Ts 5,5), y en “luz” él mismo ( Ef 5,8): El Bautismo «es el más bello y magnífico de los dones de Dios lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay.
Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios» (San Gregorio Nacianceno, Oratio 40,3-4).
II. El Bautismo en la Economía de la salvación Las prefiguraciones del Bautismo en la Antigua Alianza 1217 En la liturgia de la vigilia Pascual, cuando se bendice el agua bautismal, la Iglesia hace solemnemente memoria de los grandes acontecimientos de la historia de la salvación que prefiguraban ya el misterio del Bautismo: «¡Oh Dios! que realizas en tus sacramentos obras admirables con tu poder invisible, y de diversos modos te has servido de tu criatura el agua para significar la gracia del bautismo» ( Vigilia Pascual, Bendición del agua: Misal Romano ).1218 Desde el origen del mundo, el agua, criatura humilde y admirable, es la fuente de la vida y de la fecundidad.
La Sagrada Escritura dice que el Espíritu de Dios “se cernía” sobre ella (cf. Gn 1,2): «¡Oh Dios!, cuyo Espíritu, en los orígenes del mundo, se cernía sobre las aguas, para que ya desde entonces concibieran el poder de santificar» ( Vigilia Pascual, Bendición del agua: Misal Romano ).1219 La Iglesia ha visto en el arca de Noé una prefiguración de la salvación por el bautismo.
En efecto, por medio de ella “unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvados a través del agua” ( 1 P 3,20): «¡Oh Dios!, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nacimiento de la nueva humanidad, de modo que una misma agua pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad ( Vigilia Pascual, Bendición del agua: Misal Romano ).1220 Si el agua de manantial simboliza la vida, el agua del mar es un símbolo de la muerte.
Por lo cual, pudo ser símbolo del misterio de la Cruz. Por este simbolismo el bautismo significa la comunión con la muerte de Cristo.1221 Sobre todo el paso del mar Rojo, verdadera liberación de Israel de la esclavitud de Egipto, es el que anuncia la liberación obrada por el bautismo: «Oh Dios!, que hiciste pasar a pie enjuto por el mar Rojo a los hijos de Abraham, para que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón fuera imagen de la familia de los bautizados» ( Vigilia Pascual, Bendición del agua: Misal Romano ).1222 Finalmente, el Bautismo es prefigurado en el paso del Jordán, por el que el pueblo de Dios recibe el don de la tierra prometida a la descendencia de Abraham, imagen de la vida eterna.
La promesa de esta herencia bienaventurada se cumple en la nueva Alianza. El Bautismo de Cristo 1223 Todas las prefiguraciones de la Antigua Alianza culminan en Cristo Jesús. Comienza su vida pública después de hacerse bautizar por san Juan el Bautista en el Jordán (cf. Mt 3,13 ) y, después de su Resurrección, confiere esta misión a sus Apóstoles: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” ( Mt 28,19-20; cf Mc 16,15-16).1224 Nuestro Señor se sometió voluntariamente al Bautismo de san Juan, destinado a los pecadores, para “cumplir toda justicia” ( Mt 3,15).
Este gesto de Jesús es una manifestación de su “anonadamiento” ( Flp 2,7). El Espíritu que se cernía sobre las aguas de la primera creación desciende entonces sobre Cristo, como preludio de la nueva creación, y el Padre manifiesta a Jesús como su “Hijo amado” ( Mt 3,16-17).1225 En su Pascua, Cristo abrió a todos los hombres las fuentes del Bautismo.
- En efecto, había hablado ya de su pasión que iba a sufrir en Jerusalén como de un “Bautismo” con que debía ser bautizado ( Mc 10,38; cf Lc 12,50).
- La sangre y el agua que brotaron del costado traspasado de Jesús crucificado (cf.
- Jn 19,34) son figuras del Bautismo y de la Eucaristía, sacramentos de la vida nueva (cf 1 Jn 5,6-8): desde entonces, es posible “nacer del agua y del Espíritu” para entrar en el Reino de Dios ( Jn 3,5).
«Considera dónde eres bautizado, de dónde viene el Bautismo: de la cruz de Cristo, de la muerte de Cristo. Ahí está todo el misterio: Él padeció por ti. En él eres rescatado, en él eres salvado. (San Ambrosio, De sacramentis 2, 2, 6). El Bautismo en la Iglesia 1226 Desde el día de Pentecostés la Iglesia ha celebrado y administrado el santo Bautismo.
En efecto, san Pedro declara a la multitud conmovida por su predicación: “Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” ( Hch 2,38). Los Apóstoles y sus colaboradores ofrecen el bautismo a quien crea en Jesús: judíos, hombres temerosos de Dios, paganos ( Hch 2,41; 8,12-13; 10,48; 16,15).
El Bautismo aparece siempre ligado a la fe: “Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa”, declara san. Pablo a su carcelero en Filipos. El relato continúa: “el carcelero inmediatamente recibió el bautismo, él y todos los suyos” ( Hch 16,31-33).1227 Según el apóstol san Pablo, por el Bautismo el creyente participa en la muerte de Cristo; es sepultado y resucita con Él: «¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva» ( Rm 6,3-4; cf Col 2,12).
- Los bautizados se han “revestido de Cristo” ( Ga 3,27).
- Por el Espíritu Santo, el Bautismo es un baño que purifica, santifica y justifica (cf 1 Co 6,11; 12,13).1228 El Bautismo es, pues, un baño de agua en el que la “semilla incorruptible” de la Palabra de Dios produce su efecto vivificador (cf.1 P 1,23; Ef 5,26).
San Agustín dirá del Bautismo: Accedit verbum ad elementum, et fit sacramentum (“Se une la palabra a la materia, y se hace el sacramento”, In Iohannis evangelium tractatus 80, 3 ). III. La celebración del sacramento del Bautismo La iniciación cristiana 1229 Desde los tiempos apostólicos, para llegar a ser cristiano se sigue un camino y una iniciación que consta de varias etapas.
- Este camino puede ser recorrido rápida o lentamente.
- Y comprende siempre algunos elementos esenciales: el anuncio de la Palabra, la acogida del Evangelio que lleva a la conversión, la profesión de fe, el Bautismo, la efusión del Espíritu Santo, el acceso a la comunión eucarística.1230 Esta iniciación ha variado mucho a lo largo de los siglos y según las circunstancias.
En los primeros siglos de la Iglesia, la iniciación cristiana conoció un gran desarrollo, con un largo periodo de catecumenado, y una serie de ritos preparatorios que jalonaban litúrgicamente el camino de la preparación catecumenal y que desembocaban en la celebración de los sacramentos de la iniciación cristiana.1231 Desde que el Bautismo de los niños vino a ser la forma habitual de celebración de este sacramento, ésta se ha convertido en un acto único que integra de manera muy abreviada las etapas previas a la iniciación cristiana.
- Por su naturaleza misma, el Bautismo de niños exige un catecumenado postbautismal,
- No se trata sólo de la necesidad de una instrucción posterior al Bautismo, sino del desarrollo necesario de la gracia bautismal en el crecimiento de la persona.
- Es el momento propio de la catequesis,1232 El Concilio Vaticano II ha restaurado para la Iglesia latina, “el catecumenado de adultos, dividido en diversos grados” ( SC 64).
Sus ritos se encuentran en el Ritual de la iniciación cristiana de adultos (1972). Por otra parte, el Concilio ha permitido que “en tierras de misión, además de los elementos de iniciación contenidos en la tradición cristiana, pueden admitirse también aquellos que se encuentran en uso en cada pueblo siempre que puedan acomodarse al rito cristiano” ( SC 65; cf.
- SC 37-40).1233 Hoy, pues, en todos los ritos latinos y orientales, la iniciación cristiana de adultos comienza con su entrada en el catecumenado, para alcanzar su punto culminante en una sola celebración de los tres sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Eucaristía (cf.
- AG 14; CIC can.851.865-866).
En los ritos orientales la iniciación cristiana de los niños comienza con el Bautismo, seguido inmediatamente por la Confirmación y la Eucaristía, mientras que en el rito romano se continúa durante unos años de catequesis, para acabar más tarde con la Confirmación y la Eucaristía, cima de su iniciación cristiana (cf.
- CIC can.851, 2.868).
- La mistagogia de la celebración 1234 El sentido y la gracia del sacramento del Bautismo aparece claramente en los ritos de su celebración.
- Cuando se participa atentamente en los gestos y las palabras de esta celebración, los fieles se inician en las riquezas que este sacramento significa y realiza en cada nuevo bautizado.1235 La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la impronta de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz.1236 El anuncio de la Palabra de Dios ilumina con la verdad revelada a los candidatos y a la asamblea y suscita la respuesta de la fe, inseparable del Bautismo.
En efecto, el Bautismo es de un modo particular “el sacramento de la fe” por ser la entrada sacramental en la vida de fe.1237 Puesto que el Bautismo significa la liberación del pecado y de su instigador, el diablo, se pronuncian uno o varios exorcismos sobre el candidato.
Este es ungido con el óleo de los catecúmenos o bien el celebrante le impone la mano y el candidato renuncia explícitamente a Satanás. Así preparado, puede confesar la fe de la Iglesia, a la cual será “confiado” por el Bautismo (cf Rm 6,17).1238 El agua bautismal es entonces consagrada mediante una oración de epíclesis (en el momento mismo o en la noche pascual).
La Iglesia pide a Dios que, por medio de su Hijo, el poder del Espíritu Santo descienda sobre esta agua, a fin de que los que sean bautizados con ella “nazcan del agua y del Espíritu” (Jn 3,5).1239 Sigue entonces el rito esencial del sacramento: el Bautismo propiamente dicho, que significa y realiza la muerte al pecado y la entrada en la vida de la Santísima Trinidad a través de la configuración con el misterio pascual de Cristo.
- El Bautismo es realizado de la manera más significativa mediante la triple inmersión en el agua bautismal.
- Pero desde la antigüedad puede ser también conferido derramando tres veces agua sobre la cabeza del candidato.1240 En la Iglesia latina, esta triple infusión va acompañada de las palabras del ministro: “N., yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.
En las liturgias orientales, estando el catecúmeno vuelto hacia el Oriente, el sacerdote dice: “El siervo de Dios, N., es bautizado en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. Y mientras invoca a cada persona de la Santísima Trinidad, lo sumerge en el agua y lo saca de ella.1241 La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo, significa el don del Espíritu Santo al nuevo bautizado.
Ha llegado a ser un cristiano, es decir, “ungido” por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y rey (cf. Ritual del Bautismo de niños, 62).1242 En la liturgia de las Iglesias de Oriente, la unción postbautismal es el sacramento de la Crismación (Confirmación). En la liturgia romana, dicha unción anuncia una segunda unción del santo crisma que dará el obispo: el sacramento de la Confirmación que, por así decirlo, “confirma” y da plenitud a la unción bautismal.1243 La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha “revestido de Cristo” ( Ga 3,27): ha resucitado con Cristo.
El cirio que se enciende en el Cirio Pascual, significa que Cristo ha iluminado al neófito. En Cristo, los bautizados son “la luz del mundo” ( Mt 5,14; cf Flp 2,15). El nuevo bautizado es ahora hijo de Dios en el Hijo Único. Puede ya decir la oración de los hijos de Dios: el Padre Nuestro,1244 La primera comunión eucarística,
- Hecho hijo de Dios, revestido de la túnica nupcial, el neófito es admitido “al festín de las bodas del Cordero” y recibe el alimento de la vida nueva, el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
- Las Iglesias orientales conservan una conciencia viva de la unidad de la iniciación cristiana, por lo que dan la sagrada comunión a todos los nuevos bautizados y confirmados, incluso a los niños pequeños, recordando las palabras del Señor: “Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis” ( Mc 10,14).
La Iglesia latina, que reserva el acceso a la Sagrada Comunión a los que han alcanzado el uso de razón, expresa cómo el Bautismo introduce a la Eucaristía acercando al altar al niño recién bautizado para la oración del Padre Nuestro.1245 La bendición solemne cierra la celebración del Bautismo.
- En el Bautismo de recién nacidos, la bendición de la madre ocupa un lugar especial. IV.
- Quién puede recibir el Bautismo 1246 “Es capaz de recibir el Bautismo todo ser humano, aún no bautizado, y solo él” (CIC, can.864: CCEO, can.679).
- El Bautismo de adultos 1247 En los orígenes de la Iglesia, cuando el anuncio del Evangelio está aún en sus primeros tiempos, el Bautismo de adultos es la práctica más común.
El catecumenado (preparación para el Bautismo) ocupa entonces un lugar importante. Iniciación a la fe y a la vida cristiana, el catecumenado debe disponer a recibir el don de Dios en el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía.1248 El catecumenado, o formación de los catecúmenos, tiene por finalidad permitir a estos últimos, en respuesta a la iniciativa divina y en unión con una comunidad eclesial, llevar a madurez su conversión y su fe.
Se trata de una “formación, aprendizaje o noviciado debidamente prolongado de la vida cristiana, en que los discípulos se unen con Cristo, su Maestro. Por lo tanto, hay que iniciar adecuadamente a los catecúmenos en el misterio de la salvación, en la práctica de las costumbres evangélicas y en los ritos sagrados que deben celebrarse en los tiempos sucesivos, e introducirlos en la vida de fe, la liturgia y la caridad del Pueblo de Dios” ( AG 14; cf.
Ritual de iniciación cristiana de adultos, Prenotandos 19; Ibíd,, Sobre el tiempo del catecumenado y de sus ritos 98).1249 Los catecúmenos “están ya unidos a la Iglesia, pertenecen ya a la casa de Cristo y muchas veces llevan ya una una vida de fe, esperanza y caridad” ( AG 14).
- La madre Iglesia los abraza ya con amor tomándolos a sus cargo” ( LG 14; cf CIC can.206; 788).
- El Bautismo de niños 1250 Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo (cf DS 1514) para ser librados del poder de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios (cf Col 1,12-14), a la que todos los hombres están llamados.
La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento (cf CIC can.867; CCEO, can.681; 686,1).1251 Los padres cristianos deben reconocer que esta práctica corresponde también a su misión de alimentar la vida que Dios les ha confiado (cf LG 11; 41; GS 48; CIC can.868).1252 La práctica de bautizar a los niños pequeños es una tradición inmemorial de la Iglesia.
- Está atestiguada explícitamente desde el siglo II.
- Sin embargo, es muy posible que, desde el comienzo de la predicación apostólica, cuando “casas” enteras recibieron el Bautismo (cf Hch 16,15.33; 18,8; 1 Co 1,16), se haya bautizado también a los niños (cf.
- Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr.
Pastoralis actio 4: AAS 72 1139). Fe y Bautismo 1253 El Bautismo es el sacramento de la fe (cf Mc 16,16). Pero la fe tiene necesidad de la comunidad de creyentes. Sólo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los fieles. La fe que se requiere para el Bautismo no es una fe perfecta y madura, sino un comienzo que está llamado a desarrollarse.
- Al catecúmeno o a su padrino se le pregunta: “¿Qué pides a la Iglesia de Dios?” y él responde: “¡La fe!”.1254 En todos los bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer después del Bautismo.
- Por eso, la Iglesia celebra cada año en la vigilia pascual la renovación de las promesas del Bautismo.
- La preparación al Bautismo sólo conduce al umbral de la vida nueva.
El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo, de la cual brota toda la vida cristiana.1255 Para que la gracia bautismal pueda desarrollarse es importante la ayuda de los padres. Ese es también el papel del padrino o de la madrina, que deben ser creyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo bautizado, niño o adulto, en su camino de la vida cristiana (cf CIC can.872-874).
- Su tarea es una verdadera función eclesial ( officium ; cf SC 67).
- Toda la comunidad eclesial participa de la responsabilidad de desarrollar y guardar la gracia recibida en el Bautismo.V.
- Quién puede bautizar 1256 Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono (cf CIC, can.861,1; CCEO, can.677,1).
En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf CIC can.861, § 2) si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar.
La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf Mc 16,16). VI. La necesidad del Bautismo 1257 El Señor mismo afirma que el Bautismo es necesario para la salvación (cf Jn 3,5). Por ello mandó a sus discípulos a anunciar el Evangelio y bautizar a todas las naciones (cf Mt 28, 19-20; cf DS 1618; LG 14; AG 5).
El Bautismo es necesario para la salvación en aquellos a los que el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este sacramento (cf Mc 16,16). La Iglesia no conoce otro medio que el Bautismo para asegurar la entrada en la bienaventuranza eterna; por eso está obligada a no descuidar la misión que ha recibido del Señor de hacer “renacer del agua y del Espíritu” a todos los que pueden ser bautizados.
Dios ha vinculado la salvación al sacramento del Bautismo, sin embargo, Él no queda sometido a sus sacramentos,1258 Desde siempre, la Iglesia posee la firme convicción de que quienes padecen la muerte por razón de la fe, sin haber recibido el Bautismo, son bautizados por su muerte con Cristo y por Cristo.
Este Bautismo de sangre como el deseo del Bautismo, produce los frutos del Bautismo sin ser sacramento.1259 A los catecúmenos que mueren antes de su Bautismo, el deseo explícito de recibir el Bautismo, unido al arrepentimiento de sus pecados y a la caridad, les asegura la salvación que no han podido recibir por el sacramento.1260 “Cristo murió por todos y la vocación última del hombre en realmente una sola, es decir, la vocación divina.
- En consecuencia, debemos mantener que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo conocido sólo por Dios, se asocien a este misterio pascual” ( GS 22; cf LG 16; AG 7).
- Todo hombre que, ignorando el Evangelio de Cristo y su Iglesia, busca la verdad y hace la voluntad de Dios según él la conoce, puede ser salvado.
Se puede suponer que semejantes personas habrían deseado explícitamente el Bautismo si hubiesen conocido su necesidad.1261 En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos.
En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (cf 1 Tm 2,4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: “Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis” ( Mc 10,14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo.
Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo Bautismo. VII. La gracia del Bautismo 1262 Los distintos efectos del Bautismo son significados por los elementos sensibles del rito sacramental.
La inmersión en el agua evoca los simbolismos de la muerte y de la purificación, pero también los de la regeneración y de la renovación. Los dos efectos principales, por tanto, son la purificación de los pecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo (cf Hch 2,38; Jn 3,5). Para la remisión de los pecados.1263 Por el Bautismo, todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados personales así como todas las penas del pecado (cf DS 1316).
En efecto, en los que han sido regenerados no permanece nada que les impida entrar en el Reino de Dios, ni el pecado de Adán, ni el pecado personal, ni las consecuencias del pecado, la más grave de las cuales es la separación de Dios.1264 No obstante, en el bautizado permanecen ciertas consecuencias temporales del pecado, como los sufrimientos, la enfermedad, la muerte o las fragilidades inherentes a la vida como las debilidades de carácter, etc., así como una inclinación al pecado que la Tradición llama concupiscencia, o metafóricamente fomes peccati : «La concupiscencia, dejada para el combate, no puede dañar a los que no la consienten y la resisten con coraje por la gracia de Jesucristo.
Antes bien “el que legítimamente luchare, será coronado” ( 2 Tm 2,5)» (Concilio de Trento: DS 1515). “Una criatura nueva” 1265 El Bautismo no solamente purifica de todos los pecados, hace también del neófito “una nueva creatura” ( 2 Co 5,17), un hijo adoptivo de Dios (cf Ga 4,5-7) que ha sido hecho “partícipe de la naturaleza divina” ( 2 P 1,4), miembro de Cristo (cf 1 Co 6,15; 12,27), coheredero con Él ( Rm 8,17) y templo del Espíritu Santo (cf 1 Co 6,19).1266 La Santísima Trinidad da al bautizado la gracia santificante, la gracia de la justificación que : — le hace capaz de creer en Dios, de esperar en Él y de amarlo mediante las virtudes teologales ; — le concede poder vivir y obrar bajo la moción del Espíritu Santo mediante los dones del Espíritu Santo ; — le permite crecer en el bien mediante las virtudes morales,
Así todo el organismo de la vida sobrenatural del cristiano tiene su raíz en el santo Bautismo. Incorporados a la Iglesia, Cuerpo de Cristo 1267 El Bautismo hace de nosotros miembros del Cuerpo de Cristo. “Por tanto somos miembros los unos de los otros” ( Ef 4,25).
- El Bautismo incorpora a la Iglesia,
- De las fuentes bautismales nace el único pueblo de Dios de la Nueva Alianza que trasciende todos los límites naturales o humanos de las naciones, las culturas, las razas y los sexos: “Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo” ( 1 Co 12,13).1268 Los bautizados vienen a ser “piedras vivas” para “edificación de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo” ( 1 P 2,5).
Por el Bautismo participan del sacerdocio de Cristo, de su misión profética y real, son “linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz” ( 1 P 2,9).
El Bautismo hace participar en el sacerdocio común de los fieles,1269 Hecho miembro de la Iglesia, el bautizado ya no se pertenece a sí mismo ( 1 Co 6,19), sino al que murió y resucitó por nosotros (cf 2 Co 5,15). Por tanto, está llamado a someterse a los demás ( Ef 5,21; 1 Co 16,15-16), a servirles (cf Jn 13,12-15) en la comunión de la Iglesia, y a ser “obediente y dócil” a los pastores de la Iglesia ( Hb 13,17) y a considerarlos con respeto y afecto (cf 1 Ts 5,12-13).
Del mismo modo que el Bautismo es la fuente de responsabilidades y deberes, el bautizado goza también de derechos en el seno de la Iglesia: recibir los sacramentos, ser alimentado con la palabra de Dios y ser sostenido por los otros auxilios espirituales de la Iglesia (cf LG 37; CIC can.208-223; CCEO, can.675,2).1270 Los bautizados “renacidos como hijos de Dios están obligados a confesar delante de los hombres la fe que recibieron de Dios por medio de la Iglesia” ( LG 11) y de participar en la actividad apostólica y misionera del Pueblo de Dios (cf LG 17; AG 7,23).
Vínculo sacramental de la unidad de los cristianos 1271 El Bautismo constituye el fundamento de la comunión entre todos los cristianos, e incluso con los que todavía no están en plena comunión con la Iglesia católica: “Los que creen en Cristo y han recibido válidamente el Bautismo están en una cierta comunión, aunque no perfecta, con la Iglesia católica,
Justificados por la fe en el Bautismo, se han incorporado a Cristo; por tanto, con todo derecho se honran con el nombre de cristianos y son reconocidos con razón por los hijos de la Iglesia católica como hermanos del Señor” ( UR 3). “Por consiguiente, el bautismo constituye un vínculo sacramental de unidad, vigente entre los que han sido regenerados por él” ( UR 22).
Sello espiritual indeleble.1272 Incorporado a Cristo por el Bautismo, el bautizado es configurado con Cristo (cf Rm 8,29). El Bautismo imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble ( character ) de su pertenencia a Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado, aunque el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación (cf DS 1609-1619).
Dado una vez por todas, el Bautismo no puede ser reiterado.1273 Incorporados a la Iglesia por el Bautismo, los fieles han recibido el carácter sacramental que los consagra para el culto religioso cristiano (cf LG 11). El sello bautismal capacita y compromete a los cristianos a servir a Dios mediante una participación viva en la santa Liturgia de la Iglesia y a ejercer su sacerdocio bautismal por el testimonio de una vida santa y de una caridad eficaz (cf LG 10).1274 El “sello del Señor” (San Agustín, Epistula 98, 5), es el sello con que el Espíritu Santo nos ha marcado “para el día de la redención” ( Ef 4,30; cf Ef 1,13-14; 2 Co 1,21-22).
El Bautismo, en efecto, es el sello de la vida eterna” (San Ireneo de Lyon, Demonstratio praedicationis apostolicae, 3). El fiel que “guarde el sello” hasta el fin, es decir, que permanezca fiel a las exigencias de su Bautismo, podrá morir marcado con “el signo de la fe” ( Plegaria Eucarística I o Canon Romano ), con la fe de su Bautismo, en la espera de la visión bienaventurada de Dios —consumación de la fe— y en la esperanza de la resurrección.
Resumen 1275 La iniciación cristiana se realiza mediante el conjunto de tres sacramentos: el Bautismo, que es el comienzo de la vida nueva; la Confirmación, que es su afianzamiento; y la Eucaristía, que alimenta al discípulo con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para ser transformado en Él.1276 “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” ( Mt 28,19-20).1277 El Bautismo constituye el nacimiento a la vida nueva en Cristo.
Según la voluntad del Señor, es necesario para la salvación, como lo es la Iglesia misma, a la que introduce el Bautismo.1278 El rito esencial del Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su cabeza, pronunciando la invocación de la Santísima Trinidad, es decir, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.1279 El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende: el perdón del pecado original y de todos los pecados personales; el nacimiento a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo.
Por la acción misma del bautismo, el bautizado es incorporado a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y hecho partícipe del sacerdocio de Cristo.1280 El Bautismo imprime en el alma un signo espiritual indeleble, el carácter, que consagra al bautizado al culto de la religión cristiana.
Por razón del carácter, el Bautismo no puede ser reiterado (cf DS 1609 y 1624).1281 Los que padecen la muerte a causa de la fe, los catecúmenos y todos los hombres que, bajo el impulso de la gracia, sin conocer la Iglesia, buscan sinceramente a Dios y se esfuerzan por cumplir su voluntad, pueden salvarse aunque no hayan recibido el Bautismo (cf LG 16).1282 Desde los tiempos más antiguos, el Bautismo es dado a los niños, porque es una gracia y un don de Dios que no suponen méritos humanos; los niños son bautizados en la fe de la Iglesia.
La entrada en la vida cristiana da acceso a la verdadera libertad.1283 En cuanto a los niños muertos sin bautismo, la liturgia de la Iglesia nos invita a tener confianza en la misericordia divina y a orar por su salvación.1284 En caso de necesidad, toda persona puede bautizar, con tal que tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia, y que derrame agua sobre la cabeza del candidato diciendo: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”,
¿Cómo se llaman los 3 aceites del bautismo?
Óleos que el obispo bendice en la misa crismal del Jueves Santo; son el santo crisma, el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos.
¿Qué representa el óleo?
Significado del óleo Antiguamente, el óleo había sido interpretado como luz y salvación por el brillo que deja impregnado a todo aquel que lo toca, de manera que pasaba a ser como una marca de distinción. En Israel, por ejemplo, utilizaban el óleo para designar cargos y funciones a personas.
¿Por qué se unge con aceite?
¿Por qué se unge con aceite? – El aceite de oliva y la iglesia católica – De la misma manera que el aceite de oliva se usaba para ungir a las autoridades de tiempos bíblicos, en la Iglesia Católica se utiliza para ungir a santos y papas. A los cristianos, se les signa con aceite para revelar su condición de dignidad u otorgarle algún sacramento.
- En la liturgia católica, el aceite de oliva simboliza la Gracia divina, representando así la paz, la gloria, la purificación y la abundancia.
- En el caso de la misa Crismal, donde se consagra el Crisma o aceite consagrado, forma parte de las ceremonias cristianas en las que se da suma relevancia a este aceite.
Esta misa, en lugar de realizarse el Jueves Santo, se adelanta y lleva a cabo el Martes Santo. En ella se bendice el óleo de los enfermos y el de quienes se van a bautizar, Con el crisma (óleo consagrado) se unge a los nuevos bautizados y se signa a quienes reciben el sacramento de la Confirmación.
- El Crisma se perfuma previamente con fragancias, emulando el aceite que aparece en el libro de Éxodo.
- El óleo de los enfermos tiene como finalidad aliviar las dolencias del cuerpo y del alma, erradicando el mal y consiguiendo así el perdón de los pecados.
- Por medio de este aceite se ejecuta el Sacramento de la unción de los enfermos, siendo aplicado a quienes encuentren aquejados por enfermedades graves.
Un sacerdote unge a las personas en la frente y las manos con aceite bendecido, pronunciando una oración especial. La misa correspondiente tiene una especial relevancia entre los fieles cristianos, dándoles la oportunidad de participar, constituyendo una representación importante entre los ritos de la Iglesia Católica.
¿Cuántos aceites se usan en el bautismo?
EL ÓLEO QUE TE HACE CRISTIANO La palabra que refleja la identidad más profunda de Jesús es “Cristo”. No se trata de un nombre, sino de un título. La palabra griega Christos es traducción de la palabra hebrea moshiach o mesías, Todas esas palabras significan “el Ungido”. Cuando llamamos a Jesucristo, apelamos al hecho de que Nuestro Señor está ungido.
Los reyes eran ungidos (1 Samuel 9,16).Los profetas eran ungidos (1 Reyes 19,16.Los sacerdotes eran ungidos (Éxodo 40,15).
Las personas que habían sido ungidas eran apartadas para una tarea sagrada. Estas personas habían experimentado un cambio y una preparación divina y fundamental para su misión. A través de la acción de la unción, Dios les había otorgado una parte de la santidad que es algo divino por naturaleza.
- La unción de Jesús fue más radical.
- Él no fue ungido con óleo, sino con el Espíritu Santo (Lucas 3,22; 4, 18-21).
- Y esa es la unción que él ha compartido con todos los cristianos a través de los sacramentos.
- El día de hoy, el Arzobispo José Gómez celebrará la Misa Crismal en Los Ángeles.
- Esta liturgia se lleva a cabo todos los años durante la Semana Santa y es un momento importante para la vida de la Iglesia local.
Durante la Misa Crismal, los sacerdotes católicos renuevan las promesas que hicieron en el momento de su ordenación. Prometen respetar y obedecer a su obispo y vivir la vida casta que es propia del clero. Pero la Misa Crismal recibe su nombre de otra acción que sólo ocurre en este día.
- Durante un rito especial, el arzobispo bendecirá tres diferentes óleos para ser usados en los sacramentos.
- Él bendecirá el santo crisma, el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos.
- El primero se usa en los sacramentos de confirmación y en el de las órdenes sagradas.
- El segundo se usa en el bautismo.
El tercero se usa para ungir a las personas que están enfermas o debilitadas. Después de la Misa Crismal, estos óleos se distribuirán a todas las parroquias de la arquidiócesis. Cuando el arzobispo envía ahí los óleos, renueva simbólicamente su conexión con cada una de las parroquias que están bajo su cuidado.
- A través de esos óleos, él participará en miles de momentos sacramentales durante todo el año.
- Él estará allí con el sacerdote que visita la cama de hospital de un feligrés.
- Él estará presente, con el diácono que bautiza a un bebé.
- Él estará allí para acoger a los adultos conversos que son confirmados en la Vigilia Pascual.
En todos estos sacramentos, el clero aplica los óleos, ellos son los que ungen. Y así crean cristianos y fortalecen la identidad cristiana, de una manera que guarda fidelidad a la raíz del significado de la palabra unción, Ellos transforman a cada cristiano en otro Ungido, en otro cristo.
- La Misa Crismal es un momento hermoso durante el cual la unidad de la Iglesia —clero y laicos— es más visible.
- Tenemos muchas unciones, pero “no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” (Efesios 4, 4-5).
- Ustedes tienen esa unción que viene del Santo y en ustedes permanece la unción que recibieron de Jesucristo (1 Juan 2,20, 27).
: EL ÓLEO QUE TE HACE CRISTIANO
¿Cuántos aceites se utilizan en el bautismo?
¿Cuáles son los aceites que se bendicen en la Misa Crismal?
Marzo 24, 2019 Diácono Mario Zúniga Pregunta Raquel, de la parroquia Sagrado Corazón en Olema. Aceite de los Enfermos, en latín (Oleum Infirmorum), representado con los siguientes símbolos O+I, es usado en el sacramento de la Unción de los Enfermos.
Se bendicen tres clases de aceites: El Aceite de los Catecúmenos, el Aceite de los Enfermos y se consagra el Aceite de Crisma. Estos aceites son bendecidos en una misa especial durante la Semana Santa o cerca; esta misa es conocida como la Misa del Santo Crisma.
En esta Misa Crismal en la catedral, se expresa un gran símbolo de unidad, debido a que los aceites son bendecidos en la iglesia madre de la arquidiócesis, con la presencia de todos los sacerdotes de la arquidiócesis que se juntan alrededor de su obispo, donde también ellos renuevan sus promesas sacerdotales.
El obispo bendice los tres aceites, los cuales se distribuyen entre todas las parroquias para la vida sacramental. El Aceite de los Enfermos y el Aceite de los Catecúmenos son aceites puros de oliva, mientras el Aceite de Crisma es aceite de oliva mezclado con bálsamo.
- Es un signo exterior que confiere gracia.
- Después que el sacerdote impone las manos sobre la persona enferma, el unge la frente y las manos del candidato con aceite.
- Interiormente, si la persona es receptiva, la sanación toma lugar.
- Pudiera ser solamente sanación espiritual y fortalecimiento del enfermo para poder sobrellevar sus dolencias y malestares.
Algunas veces, ocurrir sanación física también. Para la bendición litúrgica de este aceite, se hace la siguiente oración: “Que pueda la persona ungida con este Aceite de los Enfermos experimentar la compasión de Cristo y su gracia salvadora, en cuerpo, mente, y alma.
Aceite de los Catecúmenos, en latín (Oleum Sanctorum) representado como O+S. Catecúmeno es una persona que desea recibir el Bautismo, y que se hace instruir con este propósito. Este aceite es usado como unción pre-bautismal. En el caso del bautiso de infantes, la unción se lleva a cabo durante la celebración del sacramento.
Para el bautizo de adultos o nuevos convertidos al catolicismo que se han preparado en el programa del RICA (Rito de Iniciación Cristiana para Adultos), esta unción puede tomar lugar meses antes del bautiso. La idea proviene desde el siglo IV, cuando la Iglesia estaba recibiendo muchos convertidos y el bautismo podría requerir meses, o incluso muchos años de preparación.
- Este aceite, tiene el significado espiritual de fortalecimiento, era usado para darle fortaleza a la persona convertida, ya sea hombre o mujer, aspirante a Cristo, en su jornada de preparación para recibir los sacramentos.
- Para bendecir litúrgicamente este aceite se hace la siguiente oración: Que a trevés de este aceite los catecúmenos que se están preparando para recibir las aguas salvadoras del bautismo puedan ser fortalecidos por Cristo para resistir al poder de satanás y rechazar la maldad en todas sus formas.
Aceite del Santo Crisma, en latín (Sacrum Chrisma) representado como S+C. Este aceite es muy especial y apartado de los otros dos. La palabra Crisma proviene de la palabra griega “Christos”, del cual obtenemos Cristo, y Cristo significa “El Ungido”. Este aceite es usado en el sacramento de la Confirmación y el sacramento del Órden Sagrado para conferir el sacramento.
También es usado en el sacramento del Bautismo, así como en la consagración de nuevos altares e iglesias. El Aceite de Crisma es una mezcla de bálsamo y aceite de oliva. Se distingue de los otros dos aceites porque su color es más oscuro y tiene una fragancia muy aromática. El bálsamo es una esencia aromática proveniente de árboles especiales del mundo mediterráneo, antes usado para ungir los reyes, sacerdotes y profetas.
Esto es oportuno en el sentido sacramental, porque el bautismo nos hace hijos adoptivos de Dios y nosotros compartimos el sacerdocio laico. Para la consagración de este aceite se hace la siguiente oración: Que a trevés de este aceite perfumado del Santo Crisma puedan los niños y adultos que son bautizados y confirmados, y los sacerdotes que son ordenados experimentar el regalo amoroso del Espíritu Santo.
- Los tres aceites son guardados generalmente en un armario de madera sobre la pared, el cual a la luz del Concilio Vaticano II ha tomado un rol significante en la arquitectura de la Iglesia.
- En un tiempo este armario conteniendo los tres aceites sagrados era escondido en la sacristía o a un lado de la capilla, pero ahora es colocado en el santuario y hecho de vidrio con luces adentro para enseñar los tres recipientes que contienen los aceites, los cuales son hechos de vidrio también.
En resumen los aceites sagrados son usados en los siguientes sacramentos: El Bautismo, la Confirmación, el Órden Sagrado y la Únción de los Enfermos. Es una bella experiencia espiritual participar y vivir la Misa Crismal, la cual se lleva a cabo anualmente en la catedral. Diácono Mario Zúniga es diácono de Misión Dolores.
: ¿Cuáles son los aceites que se bendicen en la Misa Crismal?
¿Qué significa el gorro en el bautismo?
La capota del ropón de bautizo, símbolo de pureza La capota cubre la cabeza del bebé, y simboliza la llegada del Espíritu Santo. Éste se representa con una paloma en las imágenes del bautizo.
¿Cómo se llama el aceite que le ponen a los bautizados?
Santo Crisma, aceite consagrado para sacramentos Monseñor Giovanny Pazmiño, obispo de la Diócesis de Ambato, bendijo el aceite en la misa Crismal y luego se repartió el contenido a los sacerdotes de la provincia para que sea empleado en los actos religiosos puntualmente. (Foto El Heraldo) El Crisma es el aceite empleado en la Iglesia en determinadas ceremonias religiosas; es decir, es el aceite consagrado que se utiliza para ungir en la frente en los actos como es el caso de los sacramentos del bautizo, confirmación, consagración de obispos y más eventos de orden religioso.
- El término Crisma proviene del latín Chrisma (unción) y también del griego Khrisma.
- El Crisma representa al Espíritu Santo.
- En su preparación contiene aceite de olivo, esencia de canela, mirra, cálamo, entre otros.
- Esta mezcla de aceite y bálsamo a más de emplearla para ungir en el bautismo, confirmación, bodas, ordenación de los presbíteros, obispos; también se usa para consagrar iglesias.
El aceite santo suele ser bendecido por el obispo en la ceremonia religiosa y será utilizado este producto en diversos actos de importancia por parte de los sacerdotes. En la unción, el aceite trae la dimensión de la muerte y resurrección. Los santos óleos en el Catolicismo son tres.
El primero es el Santo Crisma, usado en las ordenaciones, confirmaciones y bautizos y consagraciones de altares e iglesias. El segundo es el óleo de los catecúmenos, que es destinado a ungir a las personas que se preparan para el bautismo. El tercero es el óleo de los enfermos, empleado en el sacramento de la unción de los enfermos.
Usualmente en la misa Crismal de Jueves Santo se consagra. Los Papas en la antigüedad solían enviar como regalo a los reyes y personajes ilustres el aceite santo. (I) : Santo Crisma, aceite consagrado para sacramentos
¿Cuál es la diferencia entre el óleo y el aceite?
Aceite es cualquier ‘ oil ‘, tanto de cocina ( aceite de maíz, aceite de coco, aceite de oliva) como de usos para máquinas ( aceite para motores, por ejemplo). óleo en cambio se refiere solamente a ese tipo específico de pintura a base de aceites (por ejemplo: este cuadro está pintado al óleo sobre tela).
¿Cuál es el verdadero bautismo en la Biblia?
El bautismo bíblico es por inmersión. Así está visto en los hechos y ceremonias simbóli- cas del Antiguo Testamento, y confirmado en el Nuevo Testamento, por ser la inmersión, la fórmula usada por Juan el Bautista, por Je- sús y por los Apóstoles.
¿Cuál es el significado del agua en el bautismo?
La inmersión simboliza la muerte de la vida pecaminosa de la persona y su renacimiento a una vida espiritual dedicada al servicio de Dios y de Sus hijos. También simboliza la muerte y la resurrección.
¿Qué significa la entrega de la luz en el bautismo?
Los símbolos del Bautismo y su significado – Signación en la frente El sacerdote, tras un breve diálogo con los padres y padrinos, acoge al que va a ser bautizado haciendo la señal de la cruz sobre su frente. Es la forma de recibirle en la casa de Dios.
- Los padres y padrinos repiten el mismo gesto.
- Liturgia de la palabra Se lee una o más lecturas de la Biblia.
- La Palabra de Dios es creadora de vida: En el principio existía la Palabra.
- Y la Palabra era Dios.
- Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
- Evangelio según San Juan Capítulo 1) Oración de los fieles La comunidad entera reza por aquel que va a ser bautizado, por las intenciones de los presentes y por todas las intenciones de la Iglesia universal.
Letanía Se pide a los santos, aquellos cristianos que nos han precedido, para que intercedan ante Dios por el catecúmeno que va a ser bautizado. Oleo de los catecúmenos El óleo en la antiguedad tenía múltiples usos entre otros preparaba para la lucha a los gladiadores.
- Con él prepara el celebrante al niño antes de recibir el sacramento, ungiéndolo en el pecho Agua Representa la nueva vida que infunde el Espíritu Santo y limpia del pecado original.
- Primero el celebrante (sacerdote ó diácono) la bendice.
- Luego se renuevan las promesas bautismales renunciando al pecado y se profesa la fe, el Credo.
Finalmente el celebrante pregunta a los padres y padrinos si desean que el niño sea bautizado, y entonces es cuando derrama tres veces agua sobre su cabeza, pronunciando la frase: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
- Crisma Expresa cómo Dios marca para siempre al que le recibe dándole la fortaleza necesaria para llevar una vida conforme a los valores del Evangelio.
- El celebrante unge en la cabeza con el santo crisma, óleo perfumado bendecido por el Obispo del lugar en la misa Crismal todos los años.
- Vestidura blanca El bautizado ha muerto a la vida del pecado y acaba de nacer a una nueva vida, la vida de los hijos de Dios, de aquellos que aspiran a vivir limpios de pecado, libres de todo mal.
Esto queda muy bien simbolizado en este color. Cirio Pascual El celebrante hace entrega de una vela encendida del Cirio Pascual, que representa a Cristo Resucitado. Los padres y padrinos tendrán desde ahora la misión de mantener encendida esta “llama” del amor de Cristo en el recién bautizado.
- Para ello procurarán acompañarlo en su camino de fe a medida que vaya creciendo, acercándole a la comunidad cristiana de su ciudad, apuntándolo a la Primera Comunión cuando le llegue la edad.
- Y contagiándole siempre el amor por Cristo, por la Iglesia y por la Humanidad entera que es lo que realmente puede hacernos plenamente felices.
Así el nuevo cristiano que acaba de nacer tendrá toda la vida por delante para ir descubriendo que la sed de amor que todo ser humano lleva grabada en su corazón sólo puede ser colmada por aquel que le dio la Vida, que lo dio el ser. Un poco como decía San Agustín: Señor, nos has hecho para Tí, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Tí.